martes, 23 de septiembre de 2008

Tururú!!

¡¡Siiii, milagroooooo!! ¡¡Menos de una semana y ya vuelvo a poner entrada!! ¡¡weeee!! ¡¡jajajajajaja!! Bueno, en realidad pongo entrada porque quería poner lo que sigue del relato...

Aunque a esto de hacer mini-relatos para el rinconcito se ha convertido un vicio... quizá siga poniendo trocillos xD

Alaaaa, que aquí va la siguiente parte... (en esta si sale un nombre xD)

Besitooooosss!!

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- Es inútil, Gabrielle –se volvió a quejar, cerrando los ojos a la par que respiraba hondo -. Sabes que solo puedo ofrecerte estos pequeños minutos de mi vida. Y aunque desearía permanecer junto a ti todo el tiempo, no puedo darte nada más. Ya lo hemos hablado antes.

- Y siempre me contestas lo mismo.

- Porque siempre me amenazas con lo mismo –contestó, acercándola a su pecho, posando sus labios en su pelo -. No sabes cómo duele pensar siquiera en la posibilidad de no volverte a ver. Sé que es muy egoísta por mi parte quererte para mí, para estos cortos momentos, y no dejarte libre para que busques a alguien mejor con el que compartir tu vida… Todas las horas de tu vida…

- Entonces… -susurró ella, sintiendo como las lágrimas empezaban a emanar de sus ojos sin control, mojando su camisa -. Déjame ir…

- ¿Eso es lo que quieres? –pregunta él, volviendo a sentir el nudo en su garganta, mientras sus manos comenzaban a temblar.

- Lo siento… amor… -empezó a excusarse, intentando que en su voz no se filtrase la amargura que le provocaba escupir aquellas palabras -. Cada vez necesito más de ti, y tú no puedes dármelo… Me duele… Me duele sentir todo esto, aquí dentro, en mi corazón… y tus ausencias cada vez son más largas… No puedo seguir así…

- Entiendo… -gimió él, separándose de ella, cogiendo la chaqueta que reposaba en el respaldar de la silla.

- Por eso… no voy… a… -quiso volver a repetir, pero él selló sus labios con un beso. Un beso que se prolongó en el tiempo, como si con él lo hubiese parado.

- No… no lo digas –susurró él, apoyando su frente contra la suya -. Simplemente, la próxima vez, si eso es lo que piensas de verdad, no me cojas el teléfono…

Ella asintió, notando como las lágrimas resbalaban por sus mejillas desenfrenadas.

- Te amo, Gabrielle –dijo él, posando sus labios en los suyos por última vez, antes de marcharse de allí a gran velocidad.

- Y yo a ti… -contestó ella, en aquella habitación en soledad, donde su perfume aún la acompañaba.



¿Continuará? ¿no?.... quién sabe xD

2 comentarios:

Mara in Fabula dijo...

Gabrielleeeeeee, siempre pienso en la madre de Lestat (aunque sé que este no es el caso... o al menos no lo parece a simple vista.
Una despedida que se dilata pero que al final tiene su conclusión... ¿y habrá más? Será fuerte como para no cogerle el teléfono nuevamente...

Un besito pitusina!

Zyan dijo...

^^ graciaaaas!!! veremos si es fuerte o no... si es que hay continuación... o no.. xD muahahahhaaaa!!!